Hace poco he comprado la mesa con las dos sillas. En total, me he dejado 55 euros, 25 euros la mesa y 15 cada silla.
En mobiliario juvenil, de todo lo que he visto, este conjunto de Ikea es lo que más me ha gustado. Me parece original y totalmente apropiado para niños.
El día que estuve en Ikea, tenían en el almacén sillas verdes, rosas y azules. Me he llevado las dos azules porque me gusta mucho más ese color y combinan perfectamente con la mesa que me he llevado que es de un tono azul más claro que las sillas.
Como todo en Ikea venían desmontadas. Montarlas ha sido lo más fácil del mundo pues no necesitan tornillos sino que cada pieza encaja de forma que luego es imposible desmontarla de nuevo. El respaldo va encajado en el asiento, cada pata también, y la base de las patas. Queda todo uniforme, redondeado sin salientes, ni tornillos. En ese aspecto me parece que cumple con creces las medidas de seguridad.
Al principio, me parecían que eran frágiles y es debido a que como pesan tan poco, parece que se pueden romper con mirarlas. Pero lo cierto es que han caído numerosas veces al suelo y no se han roto. Se caen con mucha facilidad con pasar a su lado debido a lo ligeras que son.
Este hecho precisamente es una ventaja para los niños que pueden mover las sillas con facilidad y llevárselas a dónde ellos quieren.
El respaldo no se queda completamente fijo, se mueve un poco. No es demasiado preocupante y es totalmente imposible que lo puedan sacar.
Las patas más anchas en su base proporcionan una gran estabilidad. El respaldo alto permite apoyar la espalda por completo.
Estas sillas aguantan perfectamente el peso de un adulto, lo cual es perfecto para poder sentarnos con ellos y ayudarles con sus tareas, o actividades.
Es inevitable que las sillas acaben con manchas de comida o rotulador. En estos casos cojo un estropajo, detergente y froto hasta que desaparezcan las manchas, luego seco con un paño.
De momento está siendo una buena compra. Hecho de menos más variedad de colores.
En mobiliario juvenil, de todo lo que he visto, este conjunto de Ikea es lo que más me ha gustado. Me parece original y totalmente apropiado para niños.
El día que estuve en Ikea, tenían en el almacén sillas verdes, rosas y azules. Me he llevado las dos azules porque me gusta mucho más ese color y combinan perfectamente con la mesa que me he llevado que es de un tono azul más claro que las sillas.
Como todo en Ikea venían desmontadas. Montarlas ha sido lo más fácil del mundo pues no necesitan tornillos sino que cada pieza encaja de forma que luego es imposible desmontarla de nuevo. El respaldo va encajado en el asiento, cada pata también, y la base de las patas. Queda todo uniforme, redondeado sin salientes, ni tornillos. En ese aspecto me parece que cumple con creces las medidas de seguridad.
Al principio, me parecían que eran frágiles y es debido a que como pesan tan poco, parece que se pueden romper con mirarlas. Pero lo cierto es que han caído numerosas veces al suelo y no se han roto. Se caen con mucha facilidad con pasar a su lado debido a lo ligeras que son.
Este hecho precisamente es una ventaja para los niños que pueden mover las sillas con facilidad y llevárselas a dónde ellos quieren.
El respaldo no se queda completamente fijo, se mueve un poco. No es demasiado preocupante y es totalmente imposible que lo puedan sacar.
Las patas más anchas en su base proporcionan una gran estabilidad. El respaldo alto permite apoyar la espalda por completo.
Estas sillas aguantan perfectamente el peso de un adulto, lo cual es perfecto para poder sentarnos con ellos y ayudarles con sus tareas, o actividades.
Es inevitable que las sillas acaben con manchas de comida o rotulador. En estos casos cojo un estropajo, detergente y froto hasta que desaparezcan las manchas, luego seco con un paño.
De momento está siendo una buena compra. Hecho de menos más variedad de colores.
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