Estos cojines de la línea Sigrid se compraban en Ikea. Actualmente, este modelo ya no está a la venta, aunque ahora existen otros iguales pero con otro tipo de motivos.
En la cocina, he usado ya varios cojines y es que como hacemos mucha vida en ella, les damos un gran uso a estos cojines y al final los tengo que acabar sustituyendo.
Estos cojines me gustaron por varias razones. La primera es que se atan con un velcro y no haciendo un nudo. El velcro es mucho más cómodo a la hora de ponerlos y quitarlos pero, se acaban descosiendo al igual que las tiras.
Una ventaja de estos cojines es que son reversibles por lo que se pueden aprovechar por los dos lados. Como es inevitable al estar en la cocina hay manchas que no salen ni con el mejor detergente, así que cuando hay visitas, se les puede dar la vuelta para lucir la cara más limpia.
Mis sillas tienen un asiento bastante grande y por ello necesito cojines que sean bastantes grandes y cubran toda la superficie. Estos cojines tienen la medida perfecta para mí.
Tiene un grosor bastante aceptable haciendo que sea mucho más agradable sentarse encima de ellos que sobre la madera de la silla. Ahora los he sustituido por otros de ikea también, pero estos me gustan menos, pues son más finos y se nota la diferencia.
Para lavarlos se meten en la lavadora. Lavado tras lavado va perdiendo sus colores.
Este modelo combina también con manteles, trapos, guantes de cocina. Yo no he comprado el mantel pues me parece demasiado chillón, prefiero combinar los cojines con un mantel de un solo color, usando los colores que tiene el cojín.
Estos cojines, no los he tirado, aunque ya no los use en la cocina, los uso para unas sillas de madera plegable que saco cuando me faltan sillas en casa en alguna comida familiar.
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