Esta mesa pertenece a la línea de muebles infantiles mammut de Ikea. Está disponible en dos colores, azul y rosa. Existe otra de color verde con forma redondeada.
Para completar esta mesa, se pueden comprar unas sillas o taburetes de la misma línea.
Igual que con las sillas, las patas se encajan en una ranura debajo del tablero y es imposible de que se salgan de ahí. Su montaje no requiere ningún tipo de herramientas, ni tornillos. Lo cual confiere una total seguridad para los niños pues no hay peligro de que se desprenda ninguna pieza pequeña y puedan tragársela.
Las patas una vez puestas no se mueven y aportan a la mesa una gran estabilidad gracias a su forma más ancha en su base.
Las esquinas de la mesa están redondeadas para evitar que se puedan hacer daño.
La mesa está fabricada en plástico, por ello es muy ligera y fácil de transportar. Así pues a veces me la llevo a la cocina, otras veces la tengo en el salón, incluso la he sacado al patio los días que ha hecho buen tiempo.
La mesa se usa a diario tanto para la hora de la merienda, como para hacer actividades. Así que tengo que limpiarla todos los días ya que se mancha de rotulador, pintura, plastilina, chocolate… Para limpiarla cojo un estropajo y el mismo detergente que uso para fregar los platos y froto bien para quitar las manchas. Las manchas de rotulador cuestan un poco más y es necesario insistir pero acaban saliendo. Y luego seco con un trapo. Ni el detergente, ni es estropajo estropean la superficie de la mesa.
Me parece una buena mesa, muy práctica, con un bonito diseño y muy segura para ellos.
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